De anhelos , Sueños y Proyectos

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Cuando Zulma y Martín se casaban hace 7 años y comenzaban a darle forma al proyecto de familia que anhelaban, Sergio hacía 3 que comenzaba a transitar su vida laboral en el ámbito de la construcción, esta nota pretende mostrar la historia particular de una familia y una empresa, que por cosas del destino están íntimamente ligadas en el anhelo, los proyectos y los sueños.

La familia González- Moreyra miraba televisión aquel 12 de junio de 2012 cuando Cristina Fernández de Kirchner anunciaba el lanzamiento de una línea de créditos del Banco Hipotecario Nacional denominado ProCreAr (Programa de Crédito Argentino) y el sueño de la casa propia que anidaba en sus corazones desde hacía mas de 6 años empezaba a mostrarse como una posibilidad cercana.

“Al día siguiente del anuncio llamamos por teléfono y enseguida nos dieron un turno a la semana”, cuenta Zulma mientras me convida un mate símbolo de hospitalidad y acogimiento de la gente sencilla, “pensé que esto iba a ser largo, pero no fue así, en Julio entramos en el primer sorteo y salimos favorecidos, en Agosto tuvimos la primer entrevista, en Octubre presentamos la carpeta, en Noviembre la aprobaron, en Diciembre nos depositaron el dinero y el 2 de Enero la comenzamos a construir, la terminamos el 28 de Marzo y nos mudamos ese mismo día, la miramos y no lo podemos creer, pensar que es nuestra, es un sueño”, expresa emocionada.

Es que en la Argentina durante mucho, mucho tiempo los derechos mas básicos como lo es el techo propio, la educación de los hijos y un hospital o centro de salud con atención adecuada calificaron de sueños, sueños casi imposibles e inalcanzables para gran parte de los ciudadanos comunes.

Otra parte de esta historia es Sergio, un hombre de 40 años que desde hace 10 se dedica a la construcción, este hombre hace algunos días firmó la escritura que lo hace propietario de una de las parcelas del Parque Industrial “Néstor Kirchner” de nuestra ciudad donde instalará una fábrica de aberturas de aluminio y fusionando su oficio de albañil con el incipiente empresario construirá también viviendas tradicionales con partes industrializadas. “Si Dios quiere a fin de año pensamos estar instalados en el Parque Industrial produciendo, tenemos tres tipologías de viviendas con 1, 2 y 3 dormitorios, son casas de ambientes grandes y muy convenientes en cuanto al costo. La casa de Zulma y Martín la construimos en tres meses pero se hubiese podido terminar en dos y medio, en el proyecto de las viviendas de construcción mixta trabajan entre 8 y 12 personas aproximadamente”, nos contaba.

Cuando este hombre joven de oficio albañil hoy propietario de una PYME menciona las palabras proyecto o emprendimiento es imposible no retrotraerse a una década atrás cuando él comenzaba a dar sus primeros pasos en la construcción mientras el país se sacudía en gritos de dolor por una crisis que golpeaba a la mayoría de los habitantes de este suelo.

Es en este punto donde tenemos que incluir a otro actor importantísimo que atraviesa las historias de Zulma, Martín y Sergio: el Estado, y al decir Estado todavía nos tienta el pensamiento de la filosófica definición de Immanuel Kant que lo enuncia como “una variedad de hombres bajo leyes jurídicas” , pero en este caso es mucho mas simple, mas concreto, y mas real descubrir una definición de Estado ya que lo vemos traducido como una parte presente y necesaria en la historia de la vida de los ciudadanos, argentinos comunes con sueños y proyectos de crecer, de mejorar, de realizarse como personas plenas tanto en el ámbito de la vida privada como del trabajo. Aquí descubrimos un Estado presente pensando en los cientos de miles de Zulma y Martín que desean el techo propio, la casa desde donde la célula mas importante de la sociedad: La Familia, se concreta y se desarrolla; y está presente también creando y sosteniendo las condiciones para que miles de Sergios proyecten ampliar los horizontes de trabajo y crecimiento poniendo en marcha una cadena de factores que incluyen la producción, la generación de puestos de trabajo, el consumo interno, la realización personal, en fin, una fábrica de sueños realizables.

Desde el Gobierno Nacional se pensó y se ejecuta el ProCreAr y desde el Municipio se donaron los terrenos para todas aquellas familias que saliendo sorteadas no lo poseían, y a su vez, se ofrecen condiciones favorables para la radicación de una empresa como TeCon de creación reciente con capital y mano de obra local en el Parque Industrial de nuestra ciudad, esta realidad nos obliga a asumir de qué se habla cuando se expresa la consigna de “Un Estado presente en la vida de los ciudadanos”.

Un Estado no solo debe hacerse presente cuando cobra impuestos y establece normas, sino que fundamentalmente debe estar presente cuando los habitantes del país sueñan y proyectan sus vidas y su futuro creando las condiciones y dando las oportunidades para que cada uno pueda aspirar a ser protagonista y artífice de su destino, como Zulma, Martín y Sergio que en estos tiempos convergieron en la realización de proyectos y sueños, unos de la casa propia y el otro de crecimiento y ampliación de su ámbito laboral.

Martín es empleado de la Empresa TeCon propiedad de Sergio, y construyó con sus propias manos la casa donde él, Zulma y Sofía vivirán de ahora en mas. Esta es una hermosa historia que sabemos se multiplican de a miles con sus particularidades a lo largo de todo el país generando la certeza que se puede seguir creyendo, que los sueños se concretan y el optimismo de esa creencia contagia a otros y se animan a ir por más; “ahora tenemos que pedir que se coloquen luminarias en las calles” manifiesta Zulma pensando en darle forma al Barrio donde crecerá su hija que en su mayoría se compondrá de familias beneficiarias del ProCreAr,  y van por más, claro que van por más por que pertenecen a esta generación de ciudadanos que ya comprobó que el Estado puede y debe estar presente a diario en sus vidas garantizando todo aquello que le es propio como corresponde sin mirar para otro lado.

“Decí que estamos profundamente agradecidos al Municipio por la posibilidad del terreno por que sin eso lo demás habría sido imposible” me manifestaron cuando ya iba a dejar la casa que en el Este de la ciudad se levanta como un signo que me anima a volver a pensar en lo hermoso de los sueños cumplidos, cada vez que mire salir el sol voy a estar dirigiendo la mirada hacia donde se encuentra la casa de Zulma, Martín y Sofía y sea lo que sea que esté soñando en ese momento voy a pensar: se puede, si, claro que se puede seguir creyendo, seguir soñando en una Argentina que definitivamente  será “ La Nacion “ Libre , Justa y Soberana que nos merecemos .

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