10 ventajas de los jardines comestibles

[14-09-2017] La Secretaría de Desarrollo Productivo y Medio Ambiente comunica 10 ventajas que se tiene al producir una huerta en casa.

En el marco de las gestiones que viene llevando a cabo el área, promoviendo una alimentación sana y sustentable, la Secretaría presenta una lista de beneficios que uno obtiene al cosechar hortalizas para autoconsumo y comercialización.

  1. Vida al aire libre

Es una actividad que fomenta la concentración, la paciencia y la tranquilidad. La persona pasa muchas horas de la semana trabajando en la naturaleza.

  1. Consumo local

Promueve el circuito producción-consumo. Además, estamos hablando de productos frescos y saludables que fortalece la economía del hogar.

  1. Preocupación ambiental

El incremento en infraestructura verde en las ciudades como huertas, cultivo de terrazas, balcones y techos verdes ayuda a contrarrestar la contaminación atmosférica.

  1. Alimentación saludable

Los productos de la huerta aportan todos los nutrientes principales (vitaminas, minerales, hidratos de carbono, proteínas y agua), y la fuerza que cada persona necesita para mantenerse sana. Asimismo, está libre de agroquímicos.

  1. Aprendizaje

Cuando los más pequeños cultivan sus propias hortalizas y ven cómo crecen y se desarrollan, asumen una responsabilidad, aprenden sobre el cuidado y además es probable que empiecen a consumir estos alimentos.

  1. Revitalización de los espacios verdes

Lotes abandonados o sin uso pueden convertirse en unidades de producción y sustento alimenticio para los vecinos. Brinda ayuda tanto a la economía del hogar, como al embellecimiento de los espacios.

  1. Ahorro económico.

Se trata de un autoabastecimiento alimenticio, como de insumos para el cuidado de las plantas. Por ejemplo: aprovechando los restos de frutas, verduras, cáscaras, etc. podemos enriquecer el suelo para nuestro jardín; y cosechando nuestra propia semilla no tenemos que gastar en este insumo.

  1. Seguridad alimentaria.

El jardín comestible aporta a la seguridad alimentaria y fomenta la capacidad de autoabastecimiento, mediante el control del proceso productivo.

  1. Conocer el origen de nuestros alimentos.

La persona que cosecha las hortalizas conoce el proceso que permitió obtener su alimento, por lo tanto sabe la calidad real de estos productos, sabe lo que está comiendo.

  1. Mantenernos activos.

Trabajar en el jardín comestible, mantiene a la persona en movimiento, ayuda a reducir el estrés y relaja. Esta actividad permite bajar entre 200 y 300 kcal por hora, casi tanto como andar en bicicleta. Además, es terapéutico y recreativo para adultos mayores.

Sembrar, cuidar y cosechar permiten ver el fruto del trabajo y mejorar la autoestima.

Fuente: Diario Clarín.

Si te interesa la temática, a partir del 15 de septiembre, todos los viernes saldrá un fascículo sobre huertas con el diario.