Soy el Molino Harinero «San Spirito», un monumento al esfuerzo y la tenacidad de Juan y Spirito Tropini, quienes llegaron desde Italia en busca de una vida mejor. En 1908, los hermanos Tropini adquirieron 236 hectáreas en esta región, desmontando tierras y comercializando leña y carbón. Mi construcción comenzó en 1918 y, tras varios años de arduo trabajo, finalmente me erigí en 1920.

Aunque una explosión en ese mismo año me redujo a cenizas, la determinación de la familia hizo que me reconstruyeran. Durante los años 1926 y 1935, mi producción recibió múltiples premios, destacándome en exposiciones de Crespo, Bovril, Concordia y Rosario. Sin embargo, en 1950, por razones económicas, cesé mis operaciones. A pesar de ello, mi legado perdura como un símbolo del trabajo y dedicación familiar.